1. Reduce la irritación de la garganta y suaviza la tos:
La miel ayuda a suavizar la tos y la irritación de garganta, por sus propiedades expectorantes y curativas. Puede ayudar en caso de resfriados y estados de gripe, y si la combinas con zumo de limón, notarás la mejora en tu garganta casi al instante.
2. Mejora las úlceras y otros desórdenes gastrointestinales:
Una cucharadita de miel es un buen remedio para la acidez, pero además, el consumo de la miel es bueno para otras enfermedades relacionadas con el aparato digestivo, ya que es buena para favorecer la digestión, el tránsito intestinal combatiente el estreñimiento, favorece la curación de úlceras, y contribuye a mejorar las gastroenteritis producidas por bacterias.
3. Es anti-bacteriana y anti-fúngica:
Cuando las abejas producen la miel, les añaden su saliva que contiene sustancias que le dan esa propiedad anti-bacteriana que combate con éxito bacterias que pueden estar presentes en tu organismo.
4.Incrementa el rendimiento de los deportistas:
Debido a su elevado contenido en azúcares, algunos de rápida velocidad de absorción, y otros de velocidad más lenta, resulta un alimento muy indicado en caso de fatiga física o para deportistas que quieren potenciar su rendimiento. Ya los antiguos atletas olímpicos los combinaban con higos secos o deshidratados para mejorar su rendimiento.